reproductor

RADIOS MUSICALES PINCHA SOBRE EL NOMBRE DE TU EMISORA FAVORITA

Pagina Web

Semana Santa desde Sevilla

   

miércoles, 9 de abril de 2008

Como no hacer el ridículo en la Feria de Sevilla.

Empecemos hablando bien, eso lo primero, con propiedad y llamándola la Feria, en singular, absolutamente singular y única, y no las ferias.

Este es el primer consejo, no digan nunca las ferias, porque entonces los sevillanos van a notar rapidamente que no son ustedes precisamente paisanos de Curro Romero, Velázquez, Antonio Machado, o Los Morancos de Triana.

El Traje de flamenca: por favor, no llamen Faralaes al traje de la mujer, se llama traje de gitana o de flamenca. Que por cierto es el único traje regional español que tiene moda y con el que los gustos cambian cada año. Los trajes de otras regiones se heredan de abuelas a nietas, pero aquí menudo cachondeo le iban a armar a la que saliera con el traje de flamenca de la abuela...

Para no dar la nota por fa, no diga nunca faralaes, la única palabra que empieza por fa y se puede decir en Feria es farolillo.

Coches de caballos: Aquí nadie va en calesa, aquí se va en coche de caballos, si cogen ustedes un honrrado coche de caballos de alquiler, no les extrañe si les dicen que van en un pesetero, más bien, en un miles de pesetero, porque te pegan unas estocadas que ni Joselito y José Tomás juntos.

Jolgorio: en las casetas, que lo sepan, no hay jolgorio, sino, en todo caso fiesta. O mejor, diminutivo: una fiestecita. O un flamenco. Si les invitan a un flamenco, señora, no se crea usted que le van a dar un Canales o un Cortés para usted sola. Se sobreentiende que le invitan a una fiestecita flamenca por la noche en la caseta, no sea usted, mal pensada.

El vino: No se dice tomar unos vinos, sino tomar una copa de fino o una manzanilla, que se está imponiendo como el vino de la Feria. Feria en la que, bromas aparte, todo cabe, porque no deben nunca olvidar que es tan universal porque la fundaron un vasco y catalán.

En cuanto al vino, el único peligro es la rebujina: que si empezáis con fino, sigáis con fino, y si con manzanilla, sigáis con manzanilla. No confundir la rebujina peligrosa con el simpático rebujito, que es manzanilla de Sanlúcar aliviada con gaseosa americana y refrescada con hielo.

El sombrero: el sombrero de los hombres. No es sombrero cordobés, es sombrero de ala ancha, y por favor, que las señoras no se lo pongan como no sea de amazonas, y a caballo.

El sombrero de ala ancha no forma parte del uniforme de infantería de feria de las señoras y mucho menos se vayan a comprar ustedes en un puestecillo uno rojo y de cartón y vayan a ir por la feria con él y unos clavelones de plástico en el ala, que eso, es el modelo Inserso de la Feria del fin de semana, especialmente el último domingo por la tarde.

Horario, no vayan a la feria demasiado temprano. La duquesa de Alba, que le gusta ir a las 2 de la tarde, como antiguamente, cuando llega se encuentra nada más que a los regadores y a los que reparten la Coca-cola. A la feria cada vez se va más tarde. Para que lo entiendan, la mañana de la feria es la tarde del reloj y la noche de la feria es la madrugada. La mañana empieza exactamente a las 4 de la tarde. Y el tópico "a las cinco en punto de la tarde" de los toros de García Lorca es a las siete en punto, que al fin y al cabo son las cinco hora solar.

Bailes: Pueden ustedes bailar sevillanas al rebujón, aunque no las sepan y mucho menos las hayan aprendido de academia. Nadie les va a corregir la exactitud de los pasos, y hasta les agradecerán la voluntad que ponen. Pero, por favor, no hagan como algunas señoras, que a hacer el ridículo de la forma más espantosa con unas copitas encima le llaman bailar una rumbita flamenca.

Bueno, despues de esto, ya solo queda desearle que pase una buena feria y que ustedes lo pasen bien. ¿A dónde vas? ¡A la Feria, a la Feria! ¿De dónde vienes? De la Feeeeeeeeria...

No hay comentarios: