Carta abierta a mi "amigo" chema, el que cuenta los amigos con los dedos de una mano.

Bueno, esta carta va dirigida a que...pero para qué nos hacemos los tontos? Yo voy a hablar con absoluta franqueza, la que tú, no tuviste con nosotros ni de lejos, Chema y que conste que te lo avisé muchas veces. Ay, la idiotez hasta dónde puede llegar?. Contigo, ahora ya sé que no tiene límites.

La vida al final, pone a cada uno en el lugar que le corresponde, aunque créeme, hay veces que tarda demasiado y pierdes el hilo argumental del asunto. Por otra parte, es mucho mejor. Así cuando uno se entera de la suerte de muchos de los que le machacaron, te das cuenta de que no merecen más que una sonrisa y un triste pensamiento. Nada más. La satisfacción es la indiferencia que sientes por ellos. Sin duda, uno de los peores sentimientos que podemos desarrollar, al menos, es lo que me pasa a mí con ciertos personajillos que han pasado por nuestro lado, haciéndose pasar por amigos y amigas, al final, los engañados eran ellos.

Pero lo que sí parece increíble, después de lo que vivimos en Hispania, con lo que llegaste a decir de la sirenita, del rata, y del Hispania, y lo que estos llegaron a decir, de cada uno de nosotros, y al final has terminado en el chat de ella, junto a ella y a su inseparable rata, haciéndoles el juego, pero como siempre dije y defendí, cada uno es libre de escoger a sus amigos y de ir donde quiera. Lo que si me fastidia, es aquello que tú decías de: “yo donde voy a estar, aquí, con los amigos, siempre junto a los amigos” y al final, tú solo demostraste que mentías y que lo que te movía era el interés, el interés para que Paco te enseñara, para después poder jugar por detrás, lo hiciste en el de malacitana y ahora en el de la sirenita, pero bueno, tu sabrás a lo que juegas y lo que dejas en el camino, lo que si ten claro, es que no nos engañaste a ninguno, pues tu juego, lo tuvimos claro desde el primer momento.
Luis